RESEÑA: Mi teoría de todo

Por Lola.

Todos creen que es hora de pasar página. A veces hasta oigo sus voces en mi cabeza: "Casi ha pasado un año desde el accidente. Supéralo ya de una vez, Sarah".
Pero yo no puedo.
Desde que murió Jamie, no dejo de darle vueltas a lo que pasó... ¿Y si fue culpa mía? Las voces insisten una y otra vez: "Céntrate en el instituto, Sarah. Olvídate de Jamie, Sarah".
Y entonces ocurre lo inevitable: se me enciende la neurona borde y manda a todo el mundo al cuerno. No sé, el caso es que me paso el día haciendo garabatos en mi cuaderno y rayándome sobre... mi teoría de todo.

         
                                              J.J. Jhonson

Lo mejor de Mi teoría de todo ha sido, sin duda, ver como Sarah supera la muerte de su mejor amiga. Son pequeñas cosas, realmente, lo que hacen que nuestra protagonista se recupere. De nada sirven las discusiones con sus padres, las frases profundas de Internet o los ignorantes ánimos de sus profesores. Son los sencillos gestos, como una invitación para salir, una felicitación de su jefe o una charla con un viejo amigo, los que hacen que Sarah se levante un día con las mejillas secas.

«Terremotos, hundimientos de mina, la muerte

de tu mejor amiga... ¿Qué se podía hacer para

evitar todas estas cosas? La respuesta era

siempre la misma: todo o nada.»

Durante gran parte del libro puedes sentir la amargura y la confusión en las que Sarah se ve inmersa. Habla mucho de como todo ha cambiado. Antes ella era la típica adolescente que pasa las tardes leyendo revistas de moda y que usa un frasco de brillo de labios a la semana. Era muy simpática e inteligente, rodeada de muy buenos amigos, de su novio Stenn y, por supuesto, de su queridísima perra Ruby. Quién iba a decir que esos minutos en el gimnasio iban a hacer que su vida cambiara por completo.

«Pensamientos profundos. Grandes

interrogantes. Demasiado profundos

para abarcarlos y demasiado grandes

para cargar con ellos.»

A partir de la muerte de su mejor amiga, lo que antes era una prioridad para Sarah, se convierte de repente en algo secundario. ¿Qué más da llevar el pelo perfecto o sacar buenas notas si Jamie no está con ella? 

En esta experiencia traza una gruesa línea entre lo que realmente debe valorar y lo que carece de importancia.

«Cuando muere una persona a la 

que quieres, el mundo entero pega 

un vuelco. Una vez que el caleidoscopio 

gira de forma tan drástica, las reglas 

habituales pierden su razón de ser. Y 

entonces empiezas a plantearte lo 

que realmente importa en la vida y lo 

que no.»

Esta historia ha sido muy peculiar. Tiene una trama muy sencilla, en la que me hubiera gustado que se profundizara más en los sentimientos de Sarah y no tanto en lo que pasa a su alrededor. La narración es juvenil y divertida, tienes la sensación de estar charlando con una amiga. No es un estilo que me guste mucho, pero por otra parte ha sido muy ligero y me ha sacado varias sonrisas.

Si he de ser sincera, la portada y el título me transmitieron más que el libro en sí, aunque me gustaría decir que hay personas a las que les ha encantado.

¿Lloré? Sí. ¿Reí? Sí. ¿Me gustó el final? Sí, pero aún así hay algo que me faltó para poderlo recomendar.

«El día que Jamie murió estuve llorando 

durante horas, y luego también en su funeral, y 

muchas otras veces desde entonces, pero es 

como sacar cubos de agua del mar: no importa 

lo rápido que achiques, seguirás teniendo un 

océano.»

Si lees Mi teoría de todo sé más listo que yo y no crees expectativas, porque lo único que serás capaz de ver será a una chica que ha perdido el norte. Limítate a leer.

«No hay ningún sentido. Todo es azar. Todo es puro AZAR.»